Si tu rostro suele verse brillante en las áreas más centrales (la zona T) y presenta granos o acné es muy posible que este sea tu tipo de piel.
Pero no te preocupes, no es nada malo. Recuerda que no hay pieles perfectas, solo pieles bien cuidadas. La buena noticia de este tipo de piel es que presenta menos arrugas a medida que envejece ¡Punto a favor!
La piel grasa es un tipo de cutis que se caracteriza por generar un exceso de sebo, debes saber que todas las pieles producen grasa de forma natural para evitar la resequedad. Sin embargo, en tu piel esa producción de grasa se descontrola hasta el punto de presentar un aspecto más húmedo y brillante.
Antes de que sigas leyendo, recuerda que la principal característica de la piel grasa es que presenta brillos en la zona "T" del rostro (las cejas, el entrecejo, la nariz, surcos nasogenianos, bigote y mentón).
Si únicamente presentas brillos en la frente y nariz mientras que las mejillas y barbilla están secas o normales, lo más posible es que tu piel sea mixta.
Si tu piel presenta dos o más de las siguientes características, tu cutis es graso.
- Poros dilatados y puntos negros.
- Granos como barros y comedones.
- Sensación de piel sucia.
- Tendencia al acné.
¿Por qué es así?
Es importante que comprendas que factores hacen que tu piel sea grasa, y que no todo depende 100% de ti.
- Cambios hormonales.
- Mala alimentación
- Exceso de limpieza
- Cosméticos inadecuados.
- Genética
- Medicamentos
La ventaja es que puedes controlar la mayoría de estos factores para cuidar tu salud y la de tu piel.
¿Qué evitar si tienes piel grasa?
1. Limpiar y exfoliar en exceso
Es cierto que tu piel suele ser grasosa con más facilidad, no por ello debes limpiarla de forma exagerada, ya que causas el efecto contrario, maltratándola y haciendo que se genere más sebo para compensarla y se agrave aún más el problema provocando brotes de acné severos.
2. No hidratarla
Aunque creas (y parezca) que tienes una piel bastante jugosa y nada tirante, no quiere decir que no necesitas hidratarla. Muchas personas presentan un cuadro de deshidratación cutánea por falta de información respecto a su tipo piel.
3. Usar el maquillaje incorrecto
Utilizar, por ejemplo, una base que contenga aceites o que produce un efecto luminoso, hará que la piel se vea aún más brillosa. Lo ideal es usar maquillaje con resultado mate o que contengan ácido salicílico, el cual que ayuda a limpiar los poros y reducir su tamaño, ocultando los brotes y granitos que se manifiestan en tu piel.
¿Cómo cuidarla?
Ahora que ya sabes que ocasiona la grasa en tu piel y que debes evitar, es muy importante conozcas cómo y cuándo limpiarla.
Por ejemplo, lo más recomendable es que limpies tu rostro por la mañana y por la noche. Si haces deporte a diario, también te aconsejamos una limpieza antes y después del ejercicio, puesto que una piel grasa atrapa la suciedad y las bacterias con más facilidad.
Una buena rutina de limpieza, hidratación y tonificación facial hará que tu piel luzca tersa, suave y sin brillos.
No importa qué tipo de piel tengas, utiliza siempre un protector solar facial. Además de proteger tu rostro del sol, harás frente al envejecimiento prematuro, puedes complementar el cuidado de tu piel con un tratamiento micro facial, con el combatir el acné y puntos negros comunes de tu tipo de piel.
Agenda una cita y comienza el cuidado de tu piel por todo lo alto. Te esperamos.
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